El pensamiento estructurado se convierte en una herramienta indispensable para el análisis de datos. Esta metodología es esencial no solo para manejar la creciente complejidad y volumen de datos, sino también para extraer insights relevantes de manera eficiente.

A continuación se presentan cuatro aspectos relevantes del pensamiento estructurado:

Reconocer el problema o situación actual

Este paso implica identificar y entender claramente el problema o la situación que necesitas abordar. Involucra preguntar y responder a:

  • ¿Qué está sucediendo?
  • ¿Por qué es importante?
  • ¿Cuáles son los factores clave que contribuyen a la situación?

Organizar la información disponible

Aquí, la tarea es recopilar y organizar toda la información relevante al problema. Esto podría incluir datos, recursos, opiniones de expertos, y cualquier otra información pertinente que pueda ayudar a entender mejor la situación.

Descubrir las brechas

Este paso se centra en identificar lo que falta en tu comprensión del problema o en los datos disponibles. Las brechas podrían ser áreas donde la información es insuficiente, donde faltan datos, o donde hay incertidumbre.

Identificar las alternativas de solución

Finalmente, se trata de generar y evaluar diferentes opciones o estrategias que podrían resolver el problema. Esto incluye considerar los pros y los contras de cada alternativa y pensar en cómo cada una podría implementarse.