En el diseño de una instalación deportiva de competición de cualquier nivel se debe tener presente a tres tipos de usuarios: los deportistas, los operadores (que dan soporte a los servicios que se brindan) y los espectadores, debiéndose tener presente las necesidades y expectativas de estos dos últimos, al momento de diseñar los espacios destinados a brindar servicios complementarios al espectador.

En nuestro medio, es usual encontrar que las instalaciones destinadas a brindar servicios complementarios al espectador, tales como boleterías, servicios higiénicos, expendio de alimentos y tópicos estén por debajo del estándar al que estamos acostumbrados en otro tipo de instalaciones recreativas.

Si bien es cierto que un multicine suele ser una instalación de mayor intensidad de uso y probablemente más redituable que un estadio o un coliseo, eso no significa que no se pueda proyectar las instalaciones pensando en el confort y la experiencia de usuario, teniendo siempre presente que en algunos casos se debe conjugar con la durabilidad, bajo costo de mantenimiento y resistencia ante situaciones de vandalismo. Todo esto sin dejar de lado, claro está, los criterios de accesibilidad universal.

Por otro lado, se debe evaluar la conveniencia de contar con instalaciones permanentes, la disponibilidad de espacios e instalaciones para recintos temporales o la conjugación de ambas alternativas, para ellos es importante involucrar a los operadores o potenciales operadores en el proceso de diseño, a fin de plantear alternativas flexibles que cubran su espectro de necesidades.

 

Este y otros aspectos se abordan a mayor detalle en el Curso Planificación y Diseño de Infraestructura Deportiva.